¿Habías escuchado hablar de los “ríos libres”? En caso de que no, aquí te contamos qué significa esto y además, te hablaremos sobre el río Samaná Norte, considerado como uno de los últimos ríos libres y limpios del departamento de Antioquia.
Qué significa que un río sea libre
Un río libre es aquel que puede fluir libremente, su caudal y sus conexiones no han sido alteradas por la actividad humana o el nivel de impacto es demasiado bajo. En los ríos libres, los sedimentos y elementos naturales se desplazan sin obstaculizaciones. Además, los peces de río y peces migratorios pueden circular río arriba y río abajo. El agua se caracteriza por su alta limpieza y es de suma importancia para asegurar la supervivencia de fauna silvestre e incluso, de poblaciones aledañas.
A nivel mundial, gran parte de los ríos más largos cuentan con algún tipo de alteración, los pocos ríos de amplia envergadura que permanecen sin alterar, se encuentran ubicados en lugares de difícil acceso, regiones poco desarrolladas o en países cuyas políticas impiden la construcción de plantas hidroeléctricas.
En Colombia, la energía hidráulica es líder del sector eléctrico y se estima que un 70% de la energía que se genera en el país proviene de fuentes hídricas. Este tipo de energía se genera con la caída y el movimiento del agua, lo que crea energía cinética al pasar por turbinas a alta velocidad. Después de que se realiza este proceso, el agua se devuelve río abajo. Hay aproximadamente 50 pequeñas hidroeléctricas y 6 de mayor escala en el país. Se le considera una energía limpia a comparación de otras fuentes como el carbón.
Con este nivel de desarrollo a nivel de energía hidráulica, es evidente que varios de los ríos de nuestro país han dejado de ser libres. Esto, precisamente porque se deben construir represas y centrales hidroeléctricas que afectan y alteran el curso natural de las aguas.
Factores que impiden que un río fluya libremente
1. Represas
La construcción de represas cambia la manera en la que fluye el río e impide que los animales que habitan en los alrededores se alimenten, se reproduzcan y construyan allí su hábitat. Además, amenaza a las poblaciones cercanas que cuentan con los peces de agua dulce como su fuente de alimento y de sustento.
2. Carreteras
Las carreteras o centros poblacionales construidos cerca a los ríos, impiden que el río crezca o se reduzca de manera natural. En especial cuando se construyen grandes muros de contención para evitar inundaciones.
3. Prácticas agrícolas a nivel industrial
Las capas subterráneas de roca o arena que almacenan agua, resultan una buena fuente de agua para el consumo humano. Por lo que, la agricultura industrial absorbe el agua de los ríos cercanos haciendo que estas reservas de agua no puedan reabastecerse durante los periodos de sequía.
El último río libre de Antioquia
Como ves, las construcciones e infraestructuras son bastante comunes en múltiples fuentes hídricas de nuestro país. Es por eso que los ríos y fuentes de agua natural que hoy en día fluyen libremente en Colombia, son difíciles de encontrar. El río Samaná Norte, por ejemplo, es considerado como el último río libre del departamento de Antioquia y sobre él se han luchado miles de batallas para impedir que pierda su libertad.
La Cuenca del río Samaná es un corredor biológico que se encuentra interconectado con los páramos y las ciénagas del río Magdalena, el más importante de Colombia. También, es una alta fuente de biodiversidad que por lo mismo, permanece aún inexplorada. Esta riqueza y abundancia es precisamente una de sus grandes amenazas ya que ha despertado gran interés económico.
Antes de la firma del Acuerdo de Paz en 2016, esta región era considerada como ‘zona roja’ debido a la presencia del conflicto armado. Es decir, que a raíz de esta problemática, el río carecía de interés por parte de la industria hidroeléctrica ya que no era buen negocio construir cualquier tipo de central o represa en medio del conflicto.
Después de la firma, las poblaciones cercanas a la Cuenca del río Samaná Norte como los municipios de San Luis, San Carlos y San Francisco, empezaron a recuperar la paz y sus comunidades, a través de la resiliencia, empezaron a convertir esta región en un lugar turístico digno de visitar.
Amenazas del río Samaná Norte
Ahora que la violencia ha disminuido, múltiples proyectos hidroeléctricos han aparecido para intentar construir presas, embalses y muros de contención en la cuenca del río. Las poblaciones y comunidades que viven en la zona y dependen del río, han sido quienes han peleado para evitar que esto suceda. El desarrollo de estos proyectos haría que el río deje de estar limpio, afectaría gravemente la biodiversidad de la región y además, haría que muchas familias perdieran su fuente de sustento.
Junto con los intereses económicos en el río, también han habido amenazas sobre la cuenca misma, debido a que está compuesta con materiales que son usados para la elaboración de cemento. La deforestación y proyectos mineros están amenazando de manera inminente esta región antioqueña. Con esto, se estarían perdiendo los corredores verdes del departamento.
¿Qué se puede hacer para salvar el río Samaná?
Para asegurar la supervivencia y el sustento de las poblaciones que dependen del río, lo más importante es apoyar el turismo responsable. En años recientes, los municipios aledaños como San Luis le han apostado a un turismo ecológico que le permita a los turistas visitar el río Samaná y valorar su importancia.
Con actividades como rappel o rafting en el río, los turistas pueden maravillarse con el paisaje, la naturaleza y las aguas cristalinas de la Cuenca del río Samaná. Apoyar estas iniciativas es clave no solo para cuidar al río sino también para encontrar alternativas ante su explotación.
Anímate a visitar esta maravillosa región y a conocer el último río libre del departamento de Antioquia. Aquí te mostramos qué actividades puedes hacer en el río Samaná y vivir una experiencia única.