El turismo de naturaleza ha empezado a aumentar en los últimos años y en especial, tras la pandemia. Muchos viajeros y viajeras se han ido inclinando por destinos menos transitados, menos comunes y que sobre todo, les permitan tener un contacto directo con la naturaleza.
Esta conexión cercana y estrecha con la naturaleza que abunda en nuestro país se disfruta mucho más si se vive en compañía de los locales. Ellos son quienes han nacido y crecido en los territorios que visitamos y conocen el lugar como la palma de su mano. Son quienes nos llevan a esa cascada que nadie conoce, a ese mirador del que nunca se habla o nos ofrecen el fruto delicioso de un árbol nativo de la región.
Cuando te animas a armar tu viaje pensando en conocer el destino de la mano de quienes viven allí, estás fomentando el turismo comunitario. Aquí te contamos de qué se trata esto y cómo funciona.
Turismo comunitario: ¿qué significa?
El turismo comunitario existe a modo de respuesta. Es bien sabido que muchas veces las grandes cadenas hoteleras terminan afectando a las poblaciones y comunidades locales, más que ofrecerles beneficios y oportunidades. Además, el turismo masivo resulta ser perjudicial a nivel de generación de residuos e impacto ambiental.
Con esto dicho, el turismo comunitario es una alternativa y una oportunidad para comunidades rurales y campesinas ya que pueden generar ingresos a partir de sus actividades y quehaceres diarios utilizando sus recursos culturales, locales y naturales. La idea del turismo comunitario es crear una economía solidaria en donde una comunidad se apoya entre sí para sostenerse y, al mismo tiempo, cuidar y preservar tanto su cultura como su entorno.
La búsqueda por vivir experiencias auténticas dentro de una cultura local, ha permitido que muchas comunidades se animen a encontrar en el turismo comunitario una forma de crecimiento y desarrollo. Además, de generar un trabajo digno y un sustento para sus familias.
El turismo comunitario, para las comunidades que lo implementan, es una herramienta para dar a conocer su cultura y también para generar una conciencia ambiental por los recursos naturales. Compartirle al viajero las riquezas de las regiones significa generar en ellos un instinto por proteger y cuidar el espacio que se visita. Así, las comunidades protegen sus territorios y consiguen que los viajeros de igual manera cuiden y valoren los lugares visitados, además de aportar a la economía local y equitativa.
Cuenca del río Samaná: un ejemplo de turismo comunitario
Una de las comunidades que se ha comprometido con el turismo comunitario y que sin duda es un gran ejemplo de resiliencia, es la que vive aledaña a la Cuenca del río Samaná Norte en Antioquia. Las comunidades que allí habitan han sido víctimas del conflicto armado durante muchos años y, tras la firma del Acuerdo de Paz, han empezado a resurgir y a resignificar su territorio.
Además, una de las motivaciones más grandes para adoptar el turismo comunitario en esta región del país es sin duda el río Samaná. Los habitantes de municipios como San Luis, San Carlos y San Francisco, se han dedicado durante mucho tiempo a vigilar y proteger el río Samaná, conocido por ser el último río libre de Antioquia. Con el esfuerzo conjunto y el trabajo en equipo han evitado que el río sea intervenido de alguna manera. Una intervención dentro del río como por ejemplo una hidroeléctrica, afectaría a las poblaciones que encuentran sustento en sus aguas y además, causaría un daño ambiental irreparable en la zona.
Es así como estas comunidades decidieron implementar el turismo comunitario en la región. Gracias a esta iniciativa, pueden observar los siguientes beneficios:
- Dar a conocer los municipios aledaños que permanecieron ocultos por culpa del conflicto.
- Proteger, cuidar y conservar el río Samaná de intervenciones humanas que lo puedan perjudicar y afectar.
- Generar ingresos para llevar sustento a sus familias sin tener que realizar actividades que causen un impacto negativo hacia el medioambiente.
- Encontrar una forma de vida digna que beneficie a toda la comunidad y que no concentre los recursos en unos pocos.
- Crear una economía solidaria a partir de los conocimientos y habilidades de cada persona de la comunidad.
- Desarrollar un turismo de naturaleza sostenible que pueda crear conciencia por los recursos naturales de la zona.
Como ves, estas comunidades aledañas al río Samaná han logrado desarrollar y permitir el crecimiento de sus territorios a través de actividades que se realizan con una red de anfitriones dispuestos a que disfrutes cada una de las experiencias propuestas. Anímate a vivir junto a ellos actividades acuáticas como rafting o torrentismo, caminatas en medio de la naturaleza e incluso, degustar vinos artesanales.
Otros beneficios del turismo comunitario
Ya los hemos ido enumerando con la comunidad del río Samaná, pero aquí te contamos otros beneficios que permite el turismo comunitario.
- Como ya lo dijimos, el turismo comunitario permite mejorar las condiciones de vida de poblaciones vulnerables, rurales y campesinas.
- Ayuda a proteger el medioambiente pues fomenta prácticas responsables y de cuidado de la naturaleza.
- No requiere la creación de infraestructura exuberante pues las mismas comunidades adaptan sus propios espacios para recibir y acoger al turista, ofreciéndole condiciones óptimas de alojamiento.
- Evita que las poblaciones se vean forzadas a desplazarse a otros territorios ante la falta de oportunidades laborales.
- Permite la recuperación, protección y transmisión de las costumbres y la cultura de la región, creando de esta manera la memoria viva del territorio.
- Las comunidades logran generar ingresos por sí mismas, convirtiéndose así en comunidades autogestionadas y autosostenibles que consiguen el sustento de sus propias manos y sin intermediarios.
- Permite que la comunidad haga parte del sector turístico, descentralizando la oferta de grandes conglomerados y cadenas hoteleras, ofreciéndole buenas oportunidades a los locales.
- También, permite la creación de productos turísticos regionales. Esto es, actividades turísticas únicas y propias de la región que destacan la cultura y los recursos propios de la zona.
Así como ves, el turismo comunitario ofrece múltiples beneficios para las poblaciones y protege sus territorios. Además, como turista, estás ayudando a que las comunidades puedan progresar y seguir creciendo como es el caso de los municipios del río Samaná.
Anímate a conocer esta hermosa y próspera región y descubre todas las actividades que esta comunidad tiene preparadas para ti. Estás a tan solo un mensaje de distancia para despertar en un nuevo destino por conocer.