Conexión Awake primera temporada: así cuidamos estos destinos en Colombia

Conexión Awake primera temporada: así cuidamos estos destinos en Colombia

Colombia siempre ha sido alabada por la biodiversidad que tiene. Hay selva, desierto, bosque, mar y sabana. Sin embargo, por años, estos ecosistemas y las comunidades que habitan en ellos se han visto en riesgo ya sea por el conflicto armado del país o por la constante amenaza de la irresponsabilidad medioambiental por parte de empresas multinacionales o incluso del mismo Estado.

Pero existe una esperanza: esas mismas comunidades han tomado la batuta para llevar sus territorios a ser lugares turísticos que sean explorados de maneras sanas y conscientes, creando proyectos turísticos que les permitan enseñarles a los visitantes la importancia de su conservación y las tradiciones de la región de la mano de quienes nacieron y crecieron en estos lugares.

En la primera temporada de Conexión Awake decidimos cumplir el sueño de tres anfitriones que han puesto su mente y corazón en conservar sus ecosistemas a través del turismo de naturaleza. Chachita quería conocer Caño Cristales, Jairo anhelaba ver la nieve y Yamid ansiaba ver por primera vez el mar y sumergirse en sus aguas.

Estos son los tres lugares que cada uno de nuestros anfitriones visitó:

Caño Cristales, La Macarena :

Desde 2008 se venía librando una batalla contra la industria petrolera estadounidense Hupecol, que buscaba a toda costa explorar la zona con ánimos de lucro. En 2016 la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales le cedió a la empresa internacional una licencia para explorar 30.000 hectáreas del que es conocido como el río más bonito del mundo. Pero la voz de la comunidad de La Macarena se hizo oír. En el mismo año, por una orden del Ministerio de Ambiente, la licencia se suspendió, pero aún hoy la comunidad sigue atenta a lo que pueda suceder.

La Macarena, en el Meta, es un lugar mágico, no solo por la belleza de su naturaleza, sino por la de su comunidad que está sirviendo de ejemplo para Colombia y el mundo. Hoy en día en la Macarena hay aproximadamente 300 familias que se benefician del turismo, una de ellas es la de Jairo Fandiño, quien a partir de su proyecto turístico ha enseñado y creado oportunidades.

Por ahora, Caño Cristales está en su mejor momento, pues la comunidad se ha empeñado en proteger el territorio y hacer turismo responsable. Un turismo lleno de aventura, actividades ecológicas, fauna, flora, y gente que está dispuesta a recibir con los brazos abiertos a los visitantes.

El río es imponente pero a la vez acogedor. Dentro de los lugares que se pueden visitar está el Mirador de la Sierra, la Laguna del silencio, el Río Guayabero, el Raudal de Angosturas Uno, Caño Cristales y Caño Cristalito, en donde se puede nadar. Además, quienes visitan La Macarena disfrutan de la cultura llanera y del joropo, baile típico de la región.

De esta maravilla de la naturaleza se sale con el corazón lleno, agradecido y en paz.

Parque Nacional Natural El Cocuy:

Si bien el Parque Nacional Natural de El Cocuy ha sido reconocido por ser un destino turístico del departamento de Boyacá, en Colombia, la falta de protección hacia el parque por parte de los turistas lo puso en riesgo. En 2017, algunos campesinos de la región y el grupo indígena ambientalista u’wa decidieron manifestarse para cerrar el parque y evitar el acceso a los turistas que, poco a poco, estaban dañando este lugar único en el país. Este hecho alarmó sobre la protección que se le brindan a estos territorios desde el sector turístico en Colombia demostrando, de nuevo, que una de las mejores opciones para la conservación de estos ecosistemas reside en el turismo de naturaleza, un turismo responsable y que busca educar comunidades y proteger el medio ambiente.

Es por eso que el trabajo como el que hace Yamid Buitrago, anfitrión de Awake Travel en El Cocuy, es tan importante. A partir de un turismo consciente y responsable, Yamid enseña a los turistas a cuidar de este hermoso lugar mientras se disfruta de sus maravillas.

Una vez se llega a El Cocuy se siente el frío, pero la calidez de su gente hace que uno se olvide de él. Las calles empedradas son decoradas por flores de todos los colores que combinan con el estilo colonial que tienen las casas. En el mercado del pueblo, se pueden encontrar varias manos artesanas que llevan generaciones amasando, moldeando y creando comunidad.

Para subir a la montaña y conocer el nevado, hay que realizar primero una caminata de aclimatación con el fin de que el cuerpo se adapte a la altura y se tenga un mejor rendimiento. Una de las características más bellas de la montaña es la tranquilidad que hay en respirar su aire, pues es puro y trae consigo el aroma de las plantas medicinales que están en ella. Los frailejones majestuosos que marcan el camino hacia la nieve capturan humedad y por eso son tan importantes para los páramos. Las nubes parecen correr entre las piedras de la montaña y los zorros se asoman curiosos a ver a los visitantes. El azul del cielo se ve interrumpido con el blanco infinito de la nieve en la que de vez en cuando se asoman pedazos de la imponente montaña, esa que es fuerte y que aún sigue de pie, permitiéndonos conocerla de manera responsable.

Lastimosamente, este es uno de los pocos glaciares tropicales que quedan en el mundo, por lo que eventualmente desaparecerá, pero se espera que las personas puedan conocerlo y también tomar conciencia sobre los recursos naturales que tenemos.

Nuquí:

En el vuelo de Medellín a Nuquí se puede ver una selva que parece no tener fin y los ríos que la acompañan. Este es un pueblito escondido en la costa pacífica colombiana que en el año 2000 fue sacudido por una tragedia. Cuatro jóvenes provenientes de Cali y Medellín que estaban de excursión en la zona fueron secuestrados y asesinados por un grupo paramilitar. Además de esto, la zona ha estado históricamente marcada por la presencia de grupos armados al margen de la ley. Pero, de nuevo, las comunidades han visto una esperanza en el turismo responsable y de naturaleza. Gracias a esto, las personas de Nuquí se han podido ver beneficiadas y poco a poco, a pesar de las amenazas y el riesgo han apartado a dichos grupos armados, han creado un ambiente seguro tanto para los viajeros como para ellos mismos.

Esa selva inmensa que se ve desde el avión de repente se convierte en un mar azul profundo que se combina con el increíble tono negro que tiene la arena de su playa. En cuanto uno aterriza se siente el calor del ambiente, pero, sobre todo, el calor de las personas que viven acá.

La sonrisa de Chachita, la anfitriona de Nuquí, ilumina este paraíso. Entre lo que ofrece Chachita para sus clientes, hace un taller de cocina para degustar la comida típica de la región. Es una experiencia completa que va desde el poder sacar los ingredientes de la misma huerta que nuestra anfitriona tiene, hasta cocinar en leña con ella y después comer en su mesa.

En este increíble destino se mezcla la selva con el mar, hay tucanes, guacamayas, loros, delfines, ballenas, tiburón ballena y todo tipo de especies. Además cuenta con pozos termales que regalan una relajación eterna. Por donde se mire siempre hay un animal nuevo o una flor colorida y se encuentra agua salada y agua dulce. Esta es una verdadera conexión con la tierra.

Si quieres conocer más sobre Caño Cristales, el PNN EL Cocuy y Nuquí, visita conexion.awake.travel y revive la primera temporada de esta maravillosa serie.