Año tras año las costas del Pacífico colombiano se transforman en escenario de un ritual mágico, cuyos protagonistas parecen traídos de míticas historias. Los cantos del cortejo, los coletazos y los majestuosos saltos de las ballenas de casi 16 metros, se integran en una danza que sigue el ritmo de las olas.
Las playas del departamento de Nariño y del Chocó parecen confabularse, creando los escenarios perfectos para avistar la ruta de los gigantes del agua.
Los paisajes excepcionales y la biodiversidad de la isla de Gorgona la convierten en la primera opción para los turistas que quieran vivir un momento sublime y quizás irrepetible.
La profundidad del agua y la temperatura crean el ambiente ideal para el cortejo, dar a luz y criar a los pequeños ballenatos. Mientras que la belleza de la fauna la convierten en un destino ideal para conectarnos con lo natural y crear los mejores recuerdos.
Otro escenario dispuesto como una obra de arte, son las playas y las formaciones rocosas de Bocagrande, en Tumaco, donde el mar se viste de paciencia y magia para esperar la llegada de una migración que inicia 8.000 kilómetros atrás, en la Antártida.
Se trata de una experiencia auténtica a la que se suma la riqueza cultural de los nativos y la variedad gastronómica.
Si bien presenciar la majestuosidad del salto de una ballena pareciera una cuestión de suerte, en escenarios como Bahía Málaga y las playas de Juanchacho y Ladrilleros será posible.
El canto de las ballenas y las deslumbrantes puestas de sol de Bahía Málaga son la combinación perfecta para experimentar emociones que solo podrás entender estando allá.
Por cuatro meses las ballenas alimentan y acompañan a sus ballenatos, preparándolos para continuar su recorrido. Durante este tiempo resulta más sencillo el avistamiento. El trayecto en lancha desde Nuquí revela los colores de una paisaje único e introduce a los turistas en un show natural incomparable.
Unos kilómetros más al norte, en Bahía Solano se encuentra la playa El Almejal y el Parque Nacional Utría, dos miradores espectaculares, rodeados por los colores de la selva y diversidad de especies que complementarán la experiencia.
Cinco destinos que te permitirán avistar la danza, el canto, el misticismo y la nobleza de los gigantes del océano, donde nos conectaremos con la naturaleza, siempre teniendo en cuenta las recomendaciones y señales que las mismas ballenas nos advierten en cada uno de sus movimientos.
Los aletazos, los coletazos, los diferentes tipos de saltos son señales que debemos entender y respetar en cada momento de nuestro viaje, por eso aquí* podrás aprender un poco más sobre ellos y prepararte para cuando estés allá.