Autor: Paula Ruiz, fotógrafa y viajera
El tráfico ilegal de especies en Colombia agobia nuestra biodiversidad, es una de las amenazas más importantes de nuestros ecosistemas.
Se trata de la tercera actividad ilegal más grande del país, y no es sólo culpa de los cazadores, un gran impulso lo dan los consumidores. A través del turismo tu puedes ayudar prevenir, denunciar y concientizar este delito, aquí te contamos más sobre el problema.
A diario escuchamos hablar sobre el calentamiento global y la extinción de especies. Nos han dicho que van de la mano y que si no detenemos este proceso pronto veremos desaparecer de la tierra muchos seres incluidos nosotros los humanos. De lo que poco se ha hablado sobre extinción de especies es sobre su estrecho lazo con el tráfico ilegal de animales.
Quizás por ser un crimen que mueve grandes cantidades de dinero y está ligado al oscuro mundo del narcotráfico y comercio de armas, se ha mantenido en el silencio y los gobiernos poco o nada hacen para luchar en contra de este flagelo. Tan solo en 2017, según datos de la Dirección de Protección y Servicios Especiales de la Policía Nacional, se incautaron, en Colombia, 23.605 especies de fauna que eran víctima del tráfico ilegal.
Este crimen comienza en nuestras selvas, bosques, montañas y desiertos de Colombia, donde miles de animales son extraídos a la fuerza, separados de sus familias. Muchos mueren en este proceso violento. Otros cientos qué pasan esta etapa son transportados en formas crueles hacia los grandes ciudades y en este punto todo empeora, pues el estrés, las enfermedades, los golpes dados por sus captores, la falta de agua y oxígeno y hasta la tristeza cobran la vida de la mayoría de estos animales. Los pocos que logran sobrevivir son condenados a una vida de miseria.
El tráfico ilegal de especies es un crimen en toda su magnitud, exijamos leyes fuertes que lo castiguen, necesitamos educación y oportunidades diferentes para cambiar el panorama rural, en las grandes ciudades debemos informarnos y sensibilizarnos para no ser parte de esta red. Tenemos que luchar y cortar desde ya el otro camino hacia la extinción.
Tú como viajero también puedes contribuir a combatir ésta problemática. Cuando visites destinos de naturaleza evita comprar animales o plantas nativos, productos derivados de éstas especies (artesanías, alimentos, entre otros) y evita participar en actividades donde se exponen a los animales como atractivo turístico y se les evita volver a su hábitat. Por último, es clave que denuncies ante las autoridades este tipo de actividades nocivas en contra de nuestra biodiversidad.