Guía para hacer avistamiento de ballenas responsable en Colombia

Guía para hacer avistamiento de ballenas responsable en Colombia

¿Qué es el avistamiento de ballenas?

Es la actividad que desde tierra o desde una embarcación, permite a viajeros e investigadores apreciar algunos rasgos físicos y movimientos que hacen parte del comportamiento de las ballenas jorobadas. Estas llegan cada año a las aguas del Pacífico colombiano para cumplir con funciones de apareamiento, alumbramiento y crianza.

Aunque las ballenas jorobadas nadan en todos los mares del mundo, cuando se trata de hacer avistamiento, surgen diferentes aspectos que inciden para contar con su presencia en el océano Pacífico colombiano. La calidad del agua, su profundidad y temperatura, así como la tranquilidad de la zona determinada por las características de los vientos y la presencia de embarcaciones.

La actividad de avistamiento muchas veces es fortuita y requiere de la paciencia de los viajeros y de los operadores. Esto, ya que no siempre se logra el objetivo cuando se programa una salida a verlas. Aquí inciden factores climáticos o de comportamiento a causa de imprudencias cometidas por las personas. A pesar de que es probable verlas durante todo el día, es más factible hacerlo cuando el mar está calmo o cuando baja la intensidad del brillo solar, especialmente en las primeras horas de la mañana o en las últimas de la tarde.

Avistamiento responsable

Si bien el avistamiento de la ballena jorobada resulta uno de los momentos más emocionantes, es importante tener en cuenta que hay normas legales que controlan esta actividad y reglas mínimas de comportamiento que deben seguirse por parte de viajeros, operadores y conductores de las embarcaciones utilizadas. A pesar de que las ballenas no atacan al hombre sino que por el contrario, tratan de esquivarlo, una salida de avistamiento en la que se cometan imprudencias podría no dejar los más gratos recuerdos. Es importante que, a pesar de la emoción por observar estos inmensos cetáceos, las personas no caigan en acciones que los perturben, intranquilicen o los lleven a hacer movimientos que causen accidentes.

Por parte de los motoristas

Es su deber atender las disposiciones de la Dirección General Marítima Dimar respecto a los requisitos para el zarpe y las maniobras a realizar cuando se observan ballenas:

  • En cualquier caso, no deberá acercarse a una distancia menor a 200 metros de la ballena.
  • Cuando se encuentre a 300 metros o menos, deberá navegar a una velocidad lenta sin superar la del nado de la ballena. O, en su defecto, debe tener el motor en neutro.
  • Podrá acercarse en forma paralela a la ballena, ligeramente por detrás y situarse adelante sin obstruir su paso, permitiéndole que se acerque. Las aproximaciones directas por delante y por detrás resultan amenazantes para las jorobadas.
  • Debe evitar los cambios bruscos de velocidad así como de dirección.
  • No acercarse a una madre con su cría. Si lo hace, es prudente que se aleje a baja velocidad y sin producir oleaje.
  • Si las ballenas están saltando o realizando alguna maniobra de comportamiento, debe alejarse ya que ellas requieren de espacio. Acercarse más de lo permitido podría ocasionar accidentes.
  • Los motoristas de embarcaciones grandes deben permanecer a una distancia de 2 km cuando observen investigadores que estén haciendo grabaciones.
  • El alejamiento de las ballenas tiene que hacerse lentamente sin causar olas.

Por parte de los viajeros

La visita de las ballenas jorobadas a Colombia es un hecho natural majestuoso e inolvidable. Por eso, es importante que los viajeros manejen sus emociones y mantengan una conducta prudente cuando salgan al avistamiento. Estas son algunas recomendaciones:

  • Conozca las normas que rigen las embarcaciones y vele porque los motoristas las cumplan.
  • No intente dispersar los grupos de ballenas.
  • Tampoco les dé de comer ni arroje desperdicios o basura al mar.
  • Si está nadando y accidentalmente se encuentra una ballena, aléjese lo antes posible.
  • Procure mantener silencio, los ruidos fuertes las incomodan.
  • Mire hacia el mar y esté atento a los soplos o movimientos de las ballenas.

Temporadas

La temporada de ballenas en Colombia inicia en julio y se extiende hasta finales de noviembre. Incluso, algunos ejemplares permanecen durante los primeros días de diciembre. El arribo de las jorobadas es paulatino, es decir, no llegan todas al tiempo y generalmente no permanecen en el mismo sitio. Hay grupos que se devuelven al Pacífico ecuatoriano y otros que suben hasta Panamá y Costa Rica. Es habitual que los machos regresen pronto al sur de Chile y a la Antártica una vez cumplen su función de apareamiento. Es raro ver ejemplares jóvenes en Colombia, pues no tienen necesidades adicionales a la de alimentarse. Cuando las ballenas alumbran a sus crías, sí permanecen durante cuatro meses para que los ballenatos se alimenten de su leche para ganar la complexión necesaria que les permita emprender el largo viaje de regreso a la región más austral del mundo.

Observando desde el mar

El plan de ver ballenas desde una embarcación tiene mayor demanda que el avistamiento desde la costa. Esto, ya que existe la posibilidad de seguirlas para apreciar su nado y sus comportamientos, claro está, siempre y cuando se respeten las normas establecidas para el avistamiento de cetáceos. Hay que tener en cuenta que se pueden observar varias clases de grupos de ballenas: los de madres con su cría, los grupos en cortejo y los de cantores.

En cualquier caso, es imprescindible conservar la distancia límite y asumir una conducta de respeto, especialmente cuando se trate de la madre y su cría, por ser un grupo vulnerable que requiere total calma. Presionarlos podría causar su separación, poniendo en riesgo la vida del ballenato. Vale recalcar que, aún en temporada, el plan de ver ballenas requiere de sobrada paciencia ya que inciden varios factores que tienen que ver especialmente con las condiciones climáticas y con la disciplina que deben mantener turistas y operadores a fin de garantizar la tranquilidad de las jorobadas. Por el movimiento del mar es poco recomendable el uso de binoculares ya que esta acción suele provocar mareos.

Equipo para observar y qué llevar

Aunque la lluvia y la bruma son factores que alteran la jornada de avistamiento de ballenas, sí hay que tener en cuenta que la región Pacífica colombiana es una zona altamente lluviosa. Por tal razón resulta prioritario llevar capas impermeables y bolsas plásticas, ojalá con cierre hermético para proteger los documentos e implementos personales, las cámaras fotográficas y equipos electrónicos.

Recomendaciones

Independientemente del estado del tiempo, estas son algunas recomendaciones para la hora de ver ballenas:

  • Llevar gorra para protegerse de los rayos solares.
  • Usar siempre chaleco salvavidas.
  • Llevar binoculares si desea avistar desde la costa.
  • Usar gafas de sol con filtro UV.
  • Utilizar protector solar.
  • Tener provisiones de bebidas hidratantes y comida ligera.
  • Indispensable una bolsa para recoger la basura.
  • Bolsa impermeable para proteger las pertenencias.
  • Una buena cámara fotográfica, preferiblemente con lente zoom para acercar las tomas.
  • Zapatillas antideslizantes para buen agarre dentro de la embarcación.
  • Pastillas para el mareo.
  • Opcionalmente, lleve GPS para identificar rutas de movimiento.

Comportamiento y juegos de las ballenas

Las necesidades de apareamiento y crianza determinan el comportamiento de las ballenas jorobadas en las zonas de reproducción. Aunque el apareamiento no se ha observado, sí se tienen identificados varios movimientos aéreos asociados al juego, la excitación, el cortejo y la agresión entre machos en disputa por la hembra. Tales acciones de crías y adultos incluyen, entre otras, saltos, cabezazos y coletazos caracterizados por ser divisables. Por la misma razón, los comportamientos de las jorobadas son llamativos y de alto impacto visual y acústico.

  • Los aletazos

Son golpes que la ballena da a la superficie del agua con sus largas aletas pectorales permaneciendo sobre un costado o sobre el dorso. Este movimiento se caracteriza por la fuerza, el intenso ruido y las salpicaduras producidas. Los aletazos se relacionan con filiaciones sexuales o con manifestaciones de contacto entre la madre y su cría. Cuando los golpes de aletas son suaves, las ballenas los utilizan como parte del cortejo. Por el contrario, cuando son fuertes, representan un recurso utilizado para alejar a los machos rivales.

  • Los coletazos

Los coletazos han sido interpretados como señales de alerta o de incomodidad. La jorobada saca la cola del agua y golpea la superficie, o la deja caer. Ambos movimientos pueden tratarse de conductas agresivas. El coletazo es posible de ver cuando la ballena macho se muestra ante sus rivales o ante la presencia cercana de embarcaciones. Esto podría ser señal de advertencia pero, si dicho movimiento es lento y cuidadoso, es probable que se trate de una actitud de juego.

  • Espionajes

Más que movimientos, suelen tratarse de exposiciones de cabeza que son como actos de vigilancia que les sirven a las ballenas para orientarse o encontrar el origen de ruidos o circunstancias que las perturban. También es factible que la exhibición de la cabeza sea el movimiento previo a un giro o un salto.

  • Los saltos: 

Algunos expertos han detectado más de cien saltos de las ballenas en una sola sesión de observación, dándoles una interpretación según como estas los ejecuten. Los saltos hacen parte de una serie de vistosos comportamientos aéreos que se asocian a la comunicación de las ballenas y a sus necesidades de apareamiento, crianza y bienestar. Los distintos saltos exhibidos son comunes a los adultos y a las crías. Están clasificados de la siguiente manera:

  • Saltos de vientre:

Según parece, se asocian a la excitación, la orientación fuera del agua o como señal de alerta a otros ejemplares a fin de protegerse de los depredadores. Para realizar este movimiento, también conocido como barrigazo, la ballena saca parte de su cuerpo fuera del agua y cae soportando el peso sobre su vientre.

  • Saltos de giro:

Están relacionados con señales de advertencia, asociación, juego, orientación fuera del agua, desarrollo muscular y limpieza de los parásitos que se adhieren a la piel de las ballenas. En este salto la ballena emerge verticalmente y casi por completo fuera del agua, luego gira y cae de lado o sobre el dorso.

  • Saltos de cola: 

Se asocian con estados agresivos y de incomodidad y, al igual que los demás movimientos, producen sonidos muy fuertes debajo y encima de la superficie marina. Estos movimientos son de gran impacto auditivo, pero especialmente óptico. En estos saltos o coletazos, la ballena exhibe y golpea su cola fuertemente contra el agua.